Big Deal
Hay veces que uno se hace un re drama en la cabeza por pelotudeces.
Eso me pasó hoy, cuando le pedi a mi prima (persona comprensible si las hay, por lo menos conmigo) que me acompañe a averiguar una cosa cerca de su casa. En el camino no paré de dar vueltas y hablar de los nervios, porque tenía algo asi como miedo de lo que pensara, o lo que me diría cuando descubriera a dónde me tenía que acompañar en realidad.
Creo que no se dio cuenta de mis nervios, pero de todas formas, a medida que nos acercabamos al destino, sentia esas abejas picandome en el estómago (sí, abejas, era una sensación horrible!)
Cuando finalmente llegamos, le señalé donde era, y me dispuse a anotar el número de teléfono del lugar, razón principal por la cual habiamos ido.
Ella me preguntó que iba a hacer en ese lugar, y le expliqué, mientras sentía mi cara poniendose rapidamente colorada de los nervios. Su respuesta fue un simple "Ah."
Seguimos camino por el otro lado, ya que teníamos que pasar por otros lugares antes, y, mientras caminabamos, yo no paraba de pensar lo imbécil que había sido.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal